Desde muy pequeña he sido testigo del controversial tema de la llamada “Ama de casa”, pues mi mamá fue una y siempre lo decía con orgullo, pero al
mismo tiempo estuvo en una lucha constante por defender su condición ante
muchas mujeres, que decidieron salir a trabajar y dejar el cuidado de sus hijos
y hogar, en manos de un tercero. Tambien
tengo familiares y conocidos que han sido cruelmente juzgados por no dejar su vida laboral a cambio de sus hijos.
Para mí, es simplemente una DECISIÓN, que depende de cada mujer, y así
mismo, la controversia se basa en el punto de vista de cada una… por un lado
hay muchas mujeres dedicadas al hogar que viven hablando de sus múltiples
ocupaciones que además de ser extenuantes y sin ningún tipo de horario laboral, no incluye una retribución económica, en realidad, quien las oye solo entiende QUEJAS…
así, a quien le dan ganas de quedarse en la casa? por lo menos las quejas de la
oficina son pagas.
Por otro lado, las mujeres que trabajan fuera de casa, hablan de lo difícil
que es ser mamá y ejecutiva al mismo tiempo, del esfuerzo que hacen al llegar
cansadas después de una jornada laboral, para compartir un espacio con sus
hijos, entonces quedamos igual: a quien le dan ganas de tener hijos y seguir
trabajando al tiempo?
No siento que el tema sea escoger entre una u otra opción de llevar la maternidad,
el hogar y la vida profesional, siento que mas que eso, es afrontar la decisión
que por cualquier motivo tomamos, y llevarla con verraquera, disfrutarla al máximo,
porque finalmente, esa fue nuestra elección.
La mujer que vive con orgullo la vida que decidió llevar, tiene mi
completa admiración, esa mujer que decide no dejar los tacones por tenis o el
bolso por una pañalera, es a quien acudo cuando mi hija esta enferma, es la
gerente que hace funcionar el banco en donde pago, es la que limpia el baño que
uso cuando hago mercado o mejor aun, es la mujer que mi hija ama con todo su
corazón y a quien le debo mi tranquilidad pues cuida de ella como si fuera
propia, mientras esta en el jardín.
Por otro lado las mujeres que tomamos la decisión de renunciar a un empleo y cambiar el carro por un coche,
un entrenador privado por clases de ballet/karate, comida gourmet por compotas
de verduras sin sal, peluquería por arenera, cócteles por piñatas, mañana de
radio camino a la oficina por cantos de “Vaca Lola” camino al jardín… tambien tenemos mucho merito, pues en nosotras recae la responsabilidad absoluta de cada
acto de nuestros hijos.
Dejemos de darnos palo, no mas remordimientos, culpas o explicaciones no
pedidas, solo nosotras tenemos el privilegio de ser mamás, no lo arruinemos y
aunque el titulo es por el resto de nuestras vidas, como digo siempre, los
hijos vienen por un ratico, entonces permitámonos vivir al máximo esta
experiencia!
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