Con total tranquilidad puedo asegurar que no
soy la unica mamá que ha visto más de mil veces la película favorita de
su hijo, en mi caso Hotel Transylvania. No sé qué encanto pueda
tener repetirla una y mil veces, ya me sé los diálogos de memoria y
sus canciones me retumban en la cabeza durante semanas enteras, sin
mencionar que en mi casa ya no vivimos Camila, Nicolas y Paloma, ahora somos:
Mavis, Frankestain y Drácula (respectivamente). También
puedo afirmar que mi hija no es la única que dice llamarse igual
que su personaje favorito, en la ruta de Paloma van celebridades de la talla
de Flash, Super Girl, Hulk, la Princesa Elsa y el Capitán America, todos
muestran sus grandes músculos y mágicos poderes cada vez que me
acerco a saludar.
Finalmente se
acerca el día mas esperado del mes de octubre: HALLOWEEN!!! cada uno con
la energía propia de un niño grita emocionado cual será el disfraz
que lucirá el sábado en la fiesta, incluida Paloma que obviamente decidió ser Drácula… con la misma naturalidad con la
que ella lo eligió lo buscamos por Internet.
Estábamos preparados para
encontrarnos con todos los Avengers, hermosas y valientes princesas, y una
que otra niña con súper poderes, con lo que definitivamente no contábamos
era con que los niños entrarían en pánico al ver a Papá Dracula, el llanto
de los pequeños no se hizo esperar y empezaron a retirarse lentamente para
evitar el contacto, Paloma finalmente se quito la máscara y aunque le
dolió no poder lucir su disfraz pasó la hoja y se dispuso a disfrutar la fiesta,
ya tendria tiempo de pensar en la estrategia para que sus amigos pierdan el
miedo, yo en cambio no logré reponerme tan rápido, es más difícil
lidiar con el dolor de nuestros hijos que con el propio por fuerte que sea,
pero si ella pasó la hoja y pudo ver la derrota como una oportunidad de
aprendizaje yo tendría entonces que cerrar el capítulo entero y disfrutar de la
fiesta igual!
La vida nos
premia con un sin fin de cualidades y características que nos diferencian de
los demás, aprender a disfrutar de la diversidad es parte del encanto de
crecer, algo que los niños de hoy saben hacer muy bien... que felicidad da saber que el alimentar su espíritu es tan importante como nutrir su cuerpo, para esto último esta la Pony de siempre y para lo otro el inigualable amor de mamá!
En un mundo de
princesas, superhéroes, poderosa heroínas y salvajes animales mi hija se
atrevió a ser Drácula!
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