martes, 29 de marzo de 2016

SIEMPRE, NUNCA, ERES… palabras mágicas para hechizos maléficos!!!

Seguramente frases como: “nunca me haces caso!”, “siempre terminas peleando!”, “Eres muy brusco!”, entre otras, hacen parte de nuestro léxico y de alguna forma, de nuestro diario vivir, que a veces es invadido por la presión y no nos deja ver lo que realmente hay detrás de estos mensajes.

Cuando repetimos a nuestro hijo que ES algo negativo, que SIEMPRE actúa inadecuadamente, y NUNCA hay comportamientos buenos en él, estamos reforzando la idea de que esa es su ESENCIA, lo estamos convenciendo de no poder actuar de forma diferente, y condicionando al resto del mundo a tener que soportar cualquier tipo de comportamiento, porque estamos convencidos de tener un hijo necio, brusco, inquieto, enérgico, egoísta… Por otro lado, si analizamos la expresión, así sea en positivo, también lo estamos obligando indirectamente a actuar de una u otra forma, la realidad es que no necesitamos formar niños que siempre están felices, o que nunca pierden el control, mas allá de buscar una perfección que no es propia del ser humano, requerimos un SER que tenga la posibilidad de experimentar sentimientos, pensamientos, acciones y reacciones, de nuestra mano para lograr finalmente entregar al mundo un SER íntegro, con herramientas que le permitirán tener una vida plena, no perfecta pero si feliz!

El niño SIEMPRE es amoroso, inocente, enérgico, inteligente, amigable, respetuoso, compasivo, alegre, simpático… aunque este SIEMPRE no nos da opción de equivocarnos, es mejor afirmar en positivo y reforzar con un desenlace que abra las puertas a la reflexión en caso de un comportamiento inadecuado… “Tu siempre eres respetuoso, qué pasó hoy que actuaste de forma diferente?”

El niño NUNCA es necio, mal educado, grosero, brusco, bruto, tonto, antipático,  esquivo… De igual forma ese NUNCA nos limita la posibilidad de equivocarnos para aprender, en caso de usarlo podemos aprovechar para reforzar comportamiento positivos… “nunca habías respondido fuerte a papá, seguro paso algo que te hizo contestar así, pero, crees que era la forma adecuada?”

El niño ES amor en su esencia mas pura, ES un explorador descubriendo el mundo, ES un ser lleno de luz… ES producto de sus guías, de nosotros sus padres… cuidemos mucho la expresión tu ERES, podemos COMPORTARNOS, ACTUAR, RESPONDER, REACCIONAR… de muchas formas sin dejar de ser lo que somos o convertirnos en algo que no hace parte de nuestra esencia.

TAREA para los PADRES…
Contemos cuantas veces al día usamos estas palabras!!!
Nos hemos acostumbrado a mencionar la acción inadecuada, y adicional lo acompañamos de un refuerzo negativo: NUNCA, SIEMPRE, ERES…

Todas las frases que usemos con estas tres palabras tienen que tener mensaje positivo. Ejemplo: “ERES un niño muy amable y amoroso, que pasó? porque respondiste con una grosería?” “SIEMPRE te portas adecuadamente en el comedor, te sientes bien hoy que no has actuado igual?” “NUNCA  

domingo, 13 de marzo de 2016

Peleas de niños... el horror de los padres!!!!


Las peleas son un tema que pone en jaque a muchos padres y educadores, a veces no sabemos como actuar o no entendemos porque a pesar de actuar al respecto la situación no cesa.
En el momento del conflicto una palabra más o un tercer actor (mamá, papá, profesora…) puede ser simplemente eso, no hará mucho eco en la cabeza de los pequeños, cada uno tiene en su mente la única idea de salirse con la suya. Voy a enumerar las opciones que tenemos para actuar en el momento:

Salir. Por lo general no intervenir es una excelente solución para que los niños aprendan a solucionar los conflictos por si solos, muchas veces cuando mamá o papá intervienen en la pelea de dos hermanos, ellos sienten que se esta tomando partido por uno u otro, el conflicto puede incluso llegar a ser mas grande. Mientras que si se les deja a ellos resolverlo solos, tendrán que buscar la forma de ganar ambos.


Sé que no es fácil oír un par de niños pelear durante el día, cada discusión nos hace dar ganas de intervenir y silenciar el conflicto, el problema es que al no solucionar la situación estaremos de nuevo al frente mas rápido de lo que imaginamos; muchas veces hemos sido testigos de un golpe de la nada, sorprendidos tomamos partida por la victima argumentando que vimos que no hubo un motivo para agredir, si preguntamos al “agresor” que ocurrió, y permitimos que hable, nos encontraremos con un: “hace una semana el tomo mi juguete sin permiso”, entonces en realidad el golpe no fue de la nada, los niños se sienten afectados profundamente por episodios que para los adultos son “bobadas” y si este tipo de acto no se maneja adecuadamente dando una solución, se presentará una y otra vez, hasta que el niño sienta que se hizo justicia.  Por esta razón cuando el adulto interviene para acabar la pelea y castiga, premia o simplemente aísla sin resolver, solo la está prolongando, muchas veces lo que necesitan los niños es liberar la tensión que produjo en cada uno y ellos mismos llegan a un acuerdo.

Separar. Cuando hay agresiones físicas es necesaria la intervención de un adulto, pero OJO esto no quiere decir sermonear, castigar o premiar a ninguno de las partes,  JAMAS debemos tomar partido, en una pelea de niños no hay victimas ni victimarios, esto significa que hay que separar los dos niños, tomándolos a ambos de la mano o llevando uno por uno a otro lugar o simplemente ubicándose en la mitad para SEPARAR, no es necesario hablar en ese momento, si vamos a hacerlo será para indicar que ni el uno, ni el otro, actuó adecuadamente.
Ante un golpe muchos adultos deciden reprender a quien lo hizo con frases como: “mira como lo hiciste llorar, pobrecito”, “le pegaste durísimo, eso no se hace!”, o a quien lo recibió: “quien te manda?, eso te pasa por molestarlo”,  “te lo buscaste!”, e incluso hay algunas frases que se pronuncian para aliviar a los avergonzados padres como: “Tranquilos tan pronto llegue al jardín y le den más duro, aprenderá a no hacerlo!” o “Apenas se encuentre con el que le devuelva, dejara de pegar!”.  Habrá otros mas osados que con el dolor de ver sus hijos lastimados, lanzaran juicios como: “los niños son el reflejo de lo que ven en la casa” o “Que agresivo es tu hijo!, como es el trato con tu pareja en casa?” y asi… En realidad esas personas no tienen idea de lo que dicen, la ignorancia es atrevida y aunque sí, es cierto! Algunos niños golpean por que lo ven en casa, la gran mayoria solo lo hacen como reacción a una acción que sintieron como ofensa, por defender su territorio, turno, juguete o e juego sin medir que podrías lastimar al otro. Un niño no tiene en su mente la idea de HERIR al alguien mas, pero si saldrá herido ante una intromisión inadecuada.

Soportar. Hay momentos en los que realmente si se necesita la presencia de alguien mas, puede que las palabras sean ya muy fuertes, veamos venir un golpe o simplemente la tensión es tan alta que no les permite pensar en una solución, en este caso si se necesita un adulto “mediador”. Como intervenir? Simplemente presenciando, podemos tomar la mano de cada uno y acompañar en silencio, abrazarlos al tiempo con la intención de bajar los ánimos o solo sentarnos cerca y mirar lo que esta ocurriendo. La imparcialidad es clave, cuando un padre emite una sentencia, hace que su hijo pierda la confianza en él, si por el contrario lo hace mártir, esta enseñando que lo que hizo estuvo bien, así su acción haya sido lo que provocó la reacción del otro. El sentido de JUSTICIA en los niños es básico y por mas doloroso que sea el escenario para nuestro lado tenemos que mantenernos NEUTROS.

En todos los casos será oportuno propiciar una charla después de que haya ocurrido todo en la que sin  pronunciar nombres propios, explicaremos porque fue un comportamiento inadecuado de ambas partes, y lo mas importante recalcando las cosas positivas del conflicto.
Siempre debemos rescatar la buena acción, pues por naturaleza prevalece lo “malo” pero en realidad las cosas positivas hacen mas eco y abren el corazón de quienes están oyendo. Cuando después de explicar a los niños que Juanito no debió colarse en la fila y que la forma adecuada de defender su puesto no era con empujón, debemos proceder a recalcar, que estuvo bien que Pepito defendiera su lugar en la línea y que Juanito respondió adecuadamente pidiendo que no se le golpeara más. En ese instante en que se sienten alagados es posible que se animen a pedir una disculpa de corazón por la mala acción y así mismo acepten perdonar la mala acción de su amigo.